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Pero, cuales son los motivos por los que arden las orejas o se ponen las orejas rojas:

• Infección del oído: Cuando bacterias o virus invaden los oídos, no solo se ven afectadas las áreas internas del mismo, sino que también pueden aparecer síntomas, como el enrojecimiento en el oído externo.
• Un golpe en el oído externo: puede provocar ardor e hinchazón. Este caso incluye desde rasguños y cortes accidentales a picaduras de insectos o perforaciones en las orejas. Es importante consultar al médico si la herida no cura o si aparece pus o sangrado en exceso.
• Cuando nos ponemos protector solar: olvidamos algunas partes del cuerpo como los pies, los labios o las orejas. Las quemaduras solares producen enrojecimiento y descamación de la piel, para aliviar sus síntomas podemos aplicar lociones hidratantes.
• Alergias y afecciones inflamatorias: Problemas como la psoriasis o el eccema pueden manifestarse también en las orejas e incluso dentro del canal auditivo. Lo mismo ocurre con las reacciones alérgicas. Para estos casos se debe tratar la zona con productos específicos siempre bajo supervisión médica.
• Cambios súbitos de temperatura: las orejas pueden sufrir con la exposición al frío o al calor. Con el aumento del calor, el cuerpo experimenta vasodilatación que puede verse reflejado en nuestras orejas. Por otro lado, cuando sometemos al frío, mejillas, dedos u orejas a menudo experimentan vasodilatación inducida, que es la forma que tiene el cuerpo de calentarlas y evitar la congelación. aunque sea paradójico, cuando tenemos mucho frío sentimos nuestras orejas arder.
• Emociones intensas: en momentos emocionales de alta intensidad, te sonrojas y las orejas te arden. Este tipo de calor y enrojecimiento repentino de la piel se desencadena porque los vasos sanguíneos de cara y cuello se dilatan al experimentar fuertes emociones. Las orejas son más susceptibles a enrojecer, ya que la piel que cubre la aurícula es muy fina. En este caso, el ardor cesa cuando lo hace la emoción.
• Cambios hormonales: el enrojecimiento también puede deberse a cambios hormonales durante la menopausia o el embarazo, y por problemas de tiroides o glándulas suprarrenales.
• Síndrome del oído rojo: esta rara condición que hace que uno o ambos lóbulos de las orejas se pongan rojos y quemen, se vincula a personas que sufren de migrañas, dolores de cabeza en racimo, dolor de mandíbula o problemas en la columna superior. Los investigadores creen que puede estar relacionado con el hecho de que varios nervios del oído, incluso en los lóbulos de las orejas, están conectados a la columna, el tronco encefálico y el nervio trigémino que se extiende hasta la parte frontal del cerebro, la cara y la mandíbula.