CÓMO LA PÉRDIDA AUDITIVA PUEDE ACELERAR EL DETERIORO COGNITIVO

Dra. Else Kraemer Baeza, otorrinolaringóloga del Servicio ORL del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, en Málaga, y del Servicio ORL del Hospital Quirón Salud Málaga.  

La pérdida auditiva en mayores de 65 años

La pérdida de audición o, como es conocida en términos médicos, la hipoacusia, es una disminución de la capacidad para oír.

A medida que la edad avanza este problema se hace cada vez más frecuente. Para que nos hagamos una idea, una de cada tres personas que tienen entre 65 y 74 años presenta algún nivel de pérdida de audición, y una vez que superan los 75 años lo presentan el 50%.

Cuando se tienen problemas de audición, empieza a ser difícil entender y seguir las conversaciones, tanto en casa como en el entorno social, oír los timbres y alarmas… Esto puede ser frustrante e incluso peligroso. Por ello, una buena audición es importante para no aislarse y dar a las personas la capacidad de autosuficiencia.

Solemos pensar que la pérdida de audición sólo afecta a la capacidad auditiva, pero va más allá, es fundamental para el cuidado tanto del cerebro como del bienestar físico y mental de cada individuo.

El escuchar bien es básico a la hora de tener una buena comunicación y relaciones sociales positivas.

¿Por qué la pérdida auditiva acelera el deterioro cognitivo?

Si hay pérdida auditiva la recepción de los mensajes en las conversaciones con las personas que nos rodean se dificulta, creando confusión y favoreciendo el aislamiento, pues uno vive con la sensación de que le tengan que repetir las cosas varias veces para poder entender.

La hipoacusia tiene un importante impacto en los ancianos, produciendo problemas graves como soledad, ansiedad, depresión, menor calidad de vida, menor capacidad funcional y más posibilidades de ser ingresados en una residencia.

Los ancianos, ya de por sí, presentan problemas cognitivos por el proceso fisiológico del envejecimiento, pero se agrava cuando hay una pérdida auditiva, afectando en la rapidez en la que se procesa la información, la memoria y las funciones ejecutivas.

Se ha comprobado que una pérdida auditiva leve, una pérdida auditiva moderada o severa presentan, respectivamente dos, tres y hasta cinco veces más posibilidades de desarrollar demencia.

Se debe a que la información que recibe el cerebro es menor debido a la hipoacusia, hay una menor sensibilidad auditiva, conllevando una menor estimulación a nivel de la corteza auditiva y, por lo tanto, un deterioro prematuro y atrofia de las células que se ve reflejado en la aparición de problemas cognitivos como puede ser demencia, Alzheimer…

¿Qué hacer para evitar que la pérdida auditiva pueda generar demencia o Alzheimer?

Es importante sensibilizar acerca de la importancia del diagnóstico y de la intervención precoz en la presbiacusia pues es uno de los posibles factores predictivos del deterioro cognitivo.

Para ello, la prevención del problema, evitando que se vaya agravando, sería con revisiones auditivas periódicas visitando al otorrinolaringólogo. A la menor señal de que la audición empeore se recomienda acudir al especialista, realizar la exploración y pruebas pertinentes para detectar el problema auditivo y actuar cuanto antes.

Recuperar la audición, ya sea de manera quirúrgica o con prótesis auditiva, permite una correcta relación social, una mejor calidad de vida con autosuficiencia y confianza y mejora el estado de ánimo tanto del paciente, como de su familia y su entorno. Además, previene el envejecimiento prematuro del cerebro y aminora el desarrollo de problemas cognitivos.

Cuidar de tu salud auditiva, no es solo cuidar de tu audición, es cuidar la calidad de vida y de la salud general.